Cornejo no quiso resolver el conflicto. Desde el comienzo de las negociaciones con el Sute, el gobierno provincial tenía guardado en la manga el recurso del decreto y venía amenazando con eso. La consigna hacia los docentes era clara: o acuerdan o lo imponemos por decreto. Y, después de otro paro contundente y de una movilización masiva, el gobernador Cornejo decidió imponer su postura por decreto.

Ayer, el gobierno siente que ganó y los trabajadores sienten que perdieron. Pero el resultado no se mide así. Cornejo entendió que no todo se puede comprar. Que la dignidad de los salarios no es algo que se pueda manejar como un regateo de cambalache.

Entonces, después de una jornada de paro y movilización, el gobierno no tuvo más remedio que acudir al decreto, una herramienta que solo Cobos había usado en democracia y que apenas tenía como antecedente las intervenciones provinciales en época de dictadura.

¿Sacar conclusiones?, es apresurado. La conclusión del día de ayer solo se podrá analizar dentro de un tiempo, cuando se pueda estudiar la gestión provincial de Cambiemos dentro de un panorama más amplio. Allí se podrá ver que Cornejo no supo ni quiso resolver su primer gran problema, con las herramientas que le da la democracia.

Enrique Pfaab

Crónica Fotográfica: Compañeros Docentes 

Fotografía de Tapa: Laura Cortés

Fotografía de Nota: Andrea Stoisa

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