Artemio López / (Sociólogo, director de Consultora Equis)

Especial para"El Mordisco"

Apuntes sobre el frente ciudadano: Coalición y confrontación


“Es muy temprano para avanzar más allá sobre el sentido que finalmente tendrá el Frente Ciudadano que propuso la Presidenta, sin embargo preocupa que algunos analistas supongan que implica el (re) comienzo de  una experiencia socialdemócrata, estructurada como frente no confrontativo y de baja densidad ideológica. Es un grave error conceptual que desconoce la dimensión de confrontación como fundante del Frente Ciudadano”.


Cuando durante el discurso de Comodoro Py, poblado de indicaciones fundantes de esta nueva etapa opositora del FpV,  Cristina Kirchner propuso la formación del Frente Ciudadano, afirmaba el despliegue de una alternativa populista con historia en el peronismo bajo el liderazgo de Juan Perón pero también de Néstor Kirchner.

 

Los antecedentes frentistas inmediatamente anteriores al impulsado por Néstor Kirchner en el año 2003 fue la convocatoria de Perón al Frente Cívico de Liberación Nacional FRECILINA (1) -la declaración se hizo en la revista Las Bases, en febrero de 1972-; que revitalizó la ofensiva política del Movimiento Peronista contra el gobierno militar que encabezaba el dictador Lanusse y su deriva posterior el Frente Justicialista de Liberación Nacional (FREJULI), el frente electoral liderado por el peronismo – que fue el que finalmente se presentó a los comicios el 11 de marzo de 1973.

 

Al respecto señala Juan Bozza: "La instalación pública del FRECILINA convirtió a Perón en el interlocutor necesario para hacer mínimamente predecible cualquier camino que el Gobierno tomara en pos de la institucionalización del país. En términos de acumulación política, constituyó una nueva avanzada del peronismo sobre el sistema de partidos; ya que, sin abandonar el amplio pacto intersectorial de "La Hora del Pueblo", integró a un conjunto de fuerzas partidarias a la órbita de una estrategia electoral y de gobierno, donde el Movimiento adquirió un hegemonismo indisputado. Paralelamente aceleró los mecanismos para el funcionamiento y la organización partidaria.

 

Los imperativos de la ampliación de la política de alianzas habían persuadido a Perón de la necesidad de la organización del Movimiento. El peronismo, como fuerza hegemónica de las principales coaliciones -institucionalizadoras-, debía «ordenar» su estructura interna, supeditando las reivindicaciones sectoriales a una dificultosa convivencia. Urgía encuadrar a las diversas vertientes bajo los dispositivos de control digitados por los «cuerpos orgánicos" del Movimiento y, a la vez, modificar la composición de estos últimos".

 

Más contemporáneamente surge la  transversalidad impulsada por Néstor Kirchner  en el lapso comprendido entre los años 2003 y 2008, finalmente clausurada por el conflicto abierto por la resolución 125 - el sistema de retenciones móviles, elaborado inicialmente según los extravagantes criterios técnicos del actual embajador en USA -.

 

Sobre la transversalidad señalaba Néstor Kirchner : “Algunos han querido hacerlo servir para todo (al justicialismo). A los intereses concentrados de la economía, que la han transnacionalizado, que le han quitado el poder adquisitivo al conjunto de la sociedad, el manejo de nuestros recursos, de nuestras decisiones, les resultó fundamental tener el apoyo de una estructura como la del justicialismo, como la que consiguieron en la década del noventa. Eso les permitió avanzar dentro del campo de la democracia mucho más que, inclusive lo que pudieron hacer durante los propios procesos militares. Nosotros lo que queremos es que el justicialismo, convergiendo con fuerzas progresistas, con fuerzas de la centro izquierda, pueda construir una alternativa de gobernabilidad, que permita en la pluralidad y en el consenso reconstruir la Argentina” (2)

 

El actual impulso del Frente Ciudadano entonces, retoma una línea tradicional en el peronismo histórico y su actualización kirchnerista. Articulación de fuerzas diversas con hegemonía kirchnerista, planteando un nuevo tipo de unidad histórica, donde el tradicional PJ, sobrepoblado de dirigentes peronistas no kirchneristas - cuando no abiertamente anti k-  ,vaya perdiendo centralidad, la que ganara precisamente durante el conflicto de la resolución 125.

 

Es muy temprano para avanzar más allá sobre el sentido que finalmente tendrá el Frente Ciudadano que propuso la Presidenta, sin embargo preocupa que algunos analistas supongan que implica el (re) comienzo de  una experiencia socialdemócrata, estructurada como frente no confrontativo y de baja densidad ideológica. Es un grave error conceptual que desconoce la dimensión de confrontación como fundante del Frente Ciudadano.

 

Y aún más, se trata de una confrontación contra un proyecto de país antagónico que arrebata derechos conquistados que como punto de unidad,  planteó Cristina Kirchner de manera nítida en su discurso liminar:

 

"Por eso les pido que no se enojen con otros argentinos, y les propongo esencialmente conformar un gran frente ciudadano, un frente ciudadano en el cual no se le pregunte a nadie a quién voto, ni de qué partido es, ni en qué sindicato está, o si es trabajador informal, formal, jubilado no jubilado, si paga ganancias o no paga ganancias, no se le pregunte nada de eso. Solo se le pregunte cómo te está yendo, te está yendo mejor o peor que antes. Entonces ése es el punto de unidad de los argentinos. Reclamar por los derechos que les han arrebatado".(3)

 

El componente populista  del Frente Ciudadano, su organización y discurso  general - tributarios de la década ganada - y en particular el liderazgo de Cristina Kirchner, anula ab initio toda ilusión frentista de consenso y coalición sin confrontación , conflicto entre antagónicos que en definitiva es el que hace posible la experiencia populista al tiempo que también garantiza la existencia misma del régimen democrático.

 

En palabras de Ernesto Laclau "Lo que yo no creo que pueda desaparecer nunca es el principio de la división social, que siempre va a existir y generar antagonismo. Uno puede plantear eso en términos de la distinción entre derecha e izquierda, pero en el futuro podría llegar a plantearse en términos distintos. Lo que no creo es que estemos avanzando hacia sociedades en las cuales haya un pensamiento único. (.) 

 

Una sociedad en la cual no hubiera adversarios funcionaría como una fórmula matemática, pero uno no tiene libertad dentro de una estructura matemática. La libertad supone que haya distintas posibilidades, y esas posibilidades suelen generar antagonismos. Por eso, la democracia requiere la oposición entre adversarios. Esa confrontación tiene que estar sometida a reglas, pero tiene que existir. Es como jugar al ajedrez: hay un sistema de reglas y hay dos adversarios, pero no se puede jugar si hay un solo jugador, o si hay dos, pero uno de ellos patea el tablero". (4)

 

Artemio López

 


NOTAS

(1) Perón y el Frente Cívico   Nacional: Coalición y confrontación

(2) El sentido de la “transversalidad” en el discurso político del kirchnerismo y delPartido Socialista (Período 2003-2004) 

(3) Discurso de Comodoro Py

(4) Si los piqueteros no evolucionan, van a desaparecer pronto


Artemio López / (Sociólogo, director de Consultora Equis)

Especial para"El Mordisco"

100 días: Un encadenamiento de calamidades


“El retroceso del PBI para este año 2016 no será inferior 1%. Esta caída del crecimiento impactará sobre el nivel de empleo donde se han precipitado ya más de 125.000 despidos , 27.000 en la esfera estatal y al resto en el ámbito privado, siendo particularmente intensa la desvinculación intensa de 


trabajadores en la construcción, producto de la parálisis en la obra pública que aún no muestra chances de recomenzar “.


Evaluar los primeros 100 días de gobierno de Cambiemos supone situarnos en el análisis del mayor proceso de regresividad distributiva acontecido en el primer tramo de gobierno, desde la recuperación democrática.

 

En efecto, el diseño de políticas llevadas adelante por el gobierno que encabeza Mauricio Macri tuvo efectos contundentes tanto en la concentración del ingreso en favor de los más poderosos, cuánto en el retroceso en la participación de los sectores vulnerables.

 

Observemos esto más de cerca. Una transferencia de ingresos hacia la cima de la pirámide social motorizado por la eliminación o baja de retenciones, limitación de retenciones combinadas con una mega devaluación que ya supera el 60% y con un fuerte impacto en términos de precios que aún no termina de proyectarse.

 

Los análisis preliminares muestran que el pase a precios de la actual devaluación ( más allá de las buenas noticias que quiere difundir el oficialismo a través de su sistema de medios militantes) no será inferior al 40% anualizado y el conjunto de actualizaciones de ingresos tanto para paritarias de trabajadores formales cuánto para jubilaciones y pensiones así como transferencia de ingreso vía planes sociales, no superará en promedio el 30% anual. Esto implica un retroceso en el poder adquisitivo de jubilaciones, pensiones, planes de empleo y salarios en el orden de los 10 puntos porcentuales promedio y las implicancias de esta caída son devastadoras en términos sociales.

 

Al respecto un reciente estudio EL IMPACTO ASIMÉTRICO DE LA ACELERACIÓN INFLACIONARIA EN ARGENTINA (2015-2016) de Demian Tupac Panigo Sergio Rosanovich, demuestra que en la Ciudad de Buenos Aires el poder adquisitivo se desmorono desde que asumiera el nuevo gobierno. Señalan los investigadores: "Debido a esta dinámica de precios, y sólo por lo que sucede en alimentos, alquileres y energía eléctrica, el poder adquisitivo de los habitantes de la CABA ha experimentado una caída superior al 16.3% (24% para los sectores más vulnerables) en sólo 4/5 meses (ver grafico ). Esto no incluye la pérdida de poder adquisitivo que también se ha generado por aumentos de precios en vestimenta, esparcimiento, salud, educación y otros tantos rubros que serán objeto de una investigación posterior. Es importante remarcar que esta cifra agregada esconde fuertes diferencias de impacto entre los distintos hogares de la Ciudad. Los resultados de la presente investigación demuestran que la pérdida de poder adquisitivo de las familias más vulnerables (e.g. decil 1 de gastos) durante los últimos meses prácticamente duplica a la de los hogares de mayores recursos (decil 10)". Un retroceso diferencial en el poder adquisitivo de los sectores de menos ingreso que redunda en aumento de pobreza que pasa del 28,7% en junio del año 2015 a 34,2% en marzo de 2016, proyectando los niveles que habitualmente informa la Iglesia Católica. La caída en el poder adquisitivo supone además una merma en el nivel de consumo equivalente que redundará en caída del crecimiento económico notable.

 

Ya todas las consultoras, aún las más afines al gobierno incluido el FMI, muestran que el retroceso del PBI para este año 2016 no será inferior 1%. Esta caída del crecimiento impactará sobre el nivel de empleo donde se han precipitado ya más de 125.000 despidos , 27.000 en la esfera estatal y al resto en el ámbito privado, siendo particularmente intensa la desvinculación intensa de trabajadores en la construcción, producto de la parálisis en la obra pública que aún no muestra chances de recomenzar .

 

Hablando de recomienzos, otra nota muy negativa del proyecto que impulsa el gobierno nacional es el recomienzo del tercer ciclo de endeudamiento externo que habíamos dejado atrás a partir del año 2003 con el inicio del proceso de desendeudamiento. Ciclo virtuoso que tuvo como episodios fundamentales los dos canjes de deuda 2005 y 2010 y la cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, lo que había puesto al país en capacidad de recuperar plenamente sus decisiones de política económica.

 

El reciente acuerdo parlamentario a darle vía libre al muy caro y pésimo acuerdo con los buitres dio el puntapié inicial al nuevo ciclo de endeudamiento que escalara como históricamente se observa en todos los casos, dando lugar a un espiral creciente de deuda cuyas dimensiones finalmente nos llevaran a una nueva mega crisis.

 

En fin, este eslabonamiento de calamidades en apenas 100 días de gobierno, imaginemos todo lo que nos espera en los 1.360 restantes, estimados lectores.

Artemio López

(Sociólogo, director de Consultora Equis)

Ilustración: Juan Pablo Gianello


Artemio López / (Sociólogo, director de Consultora Equis)

Exclusivo para"El Mordisco"

Hacia un nuevo tipo de Unidad Histórica


“(…) el peronismo le debe literalmente “la vida” a Néstor y Cristina. Por eso mismo dan pena los llamados “peronistas no kirchneristas” que cacarean “peronismo puro” y corren (¿a quién?) con “la doctrina”, ignorando o negando que si en el año 2003 no hubiera aparecido Néstor Kirchner, el peronismo hubiera estallado en mil pedazos”.


Las recientes rupturas de los bloques parlamentarios del FpV a nivel nacional y bonaerense muestran que el tipo de unidad histórica –social y política– que plantearon Néstor y Cristina está crujiendo. Sucede. No son todos los que están, ni están todos los que son.

 

Los procesos políticos llevan a eso. Todo lo que se consolida en un momento histórico y se construye como unidad social y política con el tiempo cambia, muta, agrega, quita. Domina finalmente Marx, y todo lo sólido se desvanece en el aire. La vida.

 

Pasó siempre en el peronismo: el tipo de unidad que planteó Juan Perón a mediados del siglo pasado no fue el mismo que el de los años 70, y ese tipo de unidad setentista estalló en el año 1974 y no fue el mismo que se materializó con Menem en la primera etapa 1989-1995, que a su vez se transformó a partir del año 1995 y no replico el tipo de unidad política y social del año 1989.

 

Nos referimos al tipo de unidad social y política que acompaña a un proceso político y le da sostén, anclaje. En esta perspectiva es muy probable que el tipo de unidad social y política que planteó Néstor Kirchner y profundizó Cristina Fernández en el lapso 2003-2015 comience a mutar y cambie en otra perspectiva en esta etapa de oposición al neoliberalismo coaligado PRO-FR.

 

En esta dirección de análisis, recordemos que el peronismo le debe literalmente “la vida” a Néstor y Cristina. Por eso mismo dan pena los llamados “peronistas no kirchneristas” que cacarean “peronismo puro” y corren (¿a quién?) con “la doctrina”, ignorando o negando que si en el año 2003 no hubiera aparecido Néstor Kirchner, el peronismo hubiera estallado en mil pedazos. Era en la práctica una federación de partidos que no tenía unidad orgánica posible, de hecho se presentó a elecciones en abril del año 2003 dividido en tres listas irreconciliables: menemismo, kirchnerismo y peronismo histórico.

 

Las cosas sucedieron como ya todos sabemos en mayo del año 2003 y el peronismo hoy es kirchnerismo, porque sin la fase kirchnerista el peronismo sencillamente ya no era más. En el fondo, la discusión que persiste y está hoy agigantada en los medios opositores es si el peronismo es algo más y distinto al kirchnerismo.

 

Habría, para algunos políticos y teóricos, una propiedad que el peronismo tiene por sobre el kirchnerismo, y ésa es una discusión que hay que dar, porque tiene consecuencias políticas muy importantes.

 

Si se considera que el kirchnerismo es una etapa acotada del peronismo, que en definitiva es un despliegue histórico, político y social mayor que lo supera, se toma una determinada política coyuntural y estratégica que comienza siempre por acotar, suspender, encapsular el liderazgo de Cristina Kirchner.

 

Si se observa que el kirchnerismo expresa plenamente lo que inauguralmente expresaron Perón y Evita, que el kirchnerismo es, hasta hoy al menos, la modalidad histórica concreta que asume el peronismo, surge otra determinación, estratégica y coyuntural que comienza siempre por reconocer el liderazgo de Cristina sin limitaciones.

 

Por otra parte, en lo electoral nunca pudo ser sustentable la idea de que hay un plus del peronismo no kirchnerista por fuera del kirchnerismo “duro”; al contrario, en las últimas elecciones se mostró que esa hipótesis es falsa y en rigor cuando aparece el “peronismo” despojado de kirchnerismo también se despoja electoralmente.

 

Recordemos de paso que desde el punto de vista electoral, la fase kirchnerista fue la más exitosa del peronismo desde su inauguración el 24 de febrero de 1946, fecha histórica de la que este mes se conmemoran setenta años; doce años de éxitos electorales sucesivos así lo muestran.

 

Asumir las transformaciones inexorables en el tipo de unidad histórica, política y social del lapso 2003-2015 sin perder la vocación de mayoría, desplegando el rol de oposición sin medias tintas al modelo neoliberal que con gran determinación despliega hoy el gobierno nacional, es el gran desafío de la etapa actual.

 

Artemio López

(Sociólogo, director de Consultora Equis)

Ilustración: Juan Pablo Gianello