Paritarias: 

“Nadie quiere dejar las huellas digitales marcadas”


Hugo Yasky, secretario general de la CTA nacional, analizó el presente con El Mordisco. Dijo que “hay 104 miembros del gabinete nacional que son CEOS de multinacionales” y que “los despidos en el sector de la construcción ya indica que el país se está cayendo”. En Mendoza, Cornejo intenta ensayar con el Sute.


Tratando de quitarle fuerza y relativizando su validez, los gobiernos nacional y provincial intentan dilatar el inicio de las paritarias. Quieren que los sindicatos lleguen con todo el peso de la responsabilidad y empezarán ofreciéndoles migajas, para luego negociar miserias, que deban ser vendidas como conquistas por sus referentes. Están trabajando en el desgaste y en infundir el miedo del despido, con una gran masa de desocupados buscando el oxigeno de un salario magro.

 

Hugo Yasky, líder nacional de la Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA), le dijo a El Mordisco que “nosotros creemos que hay que utilizar la paritaria como único instrumento válido de los asalariados y recuperar todo lo que se ha ido diluyendo en estos últimos tres meses, con el inusitado aumento de los precios”.

 

El sindicalista, que dirige la línea de la CTA que supo tener de referentes a Germán Abdala y Víctor De Gennaro, sostuvo que “hoy la rueda gira y nadie la para”, refiriéndose al alza de los precios.

 

Pretender ponerle un techo a las paritarias, con cifras por debajo del 25 %, es igual a querer que el asalariado pague los platos rotos, mientras se sigue con la remarcación precios abusiva generada por ellos mismos”, apuntado al gobierno de Mauricio Macri. “Nadie le ha puesto coto a eso y, en cambio, han avanzado con la devaluación que ha licuando el poder adquisitivo de los trabajadores”.

 

En estos días Macri se reunió con los líderes de las tres CGT. Yasky dijo que el gobierno pretende que la dirigencia “pague los platos rotos, pero ninguna de la centrales sindicales quiere dejar sus huellas digitales marcadas, entregando el salario de la clase trabajadora. El gobierno quiere poner un caso testigo, para entorpecer y condicionar las negociaciones de todo el resto”.

 

El secretario general nacional de la CTA, afirmó que “queremos paritarias libres y que se pare con los despidos de todo el sector público, que ya ha llegado también al sector privado”. Al respeto agregó que “ya han comenzado los despidos en el sector de la construcción, porque toda la obra pública está parada. Y cuando el despido comienza a afectar a este sector, es el anuncio de que ha comenzado la caída del país”.

 

Yasky dijo que ningún miembro del Gobierno “ ha dado señales de querer resolver esta situación”.

 

-¿Cómo lo explica?

 

- “La explicación está en la composición del gabinete, que tiene 104 miembros, todos llegados de los sectores privados más importantes, que ahora manejan la economía y las finanzas como si fuera una gran empresa. Son empresarios de multinacionales, CEOs de multinacionales que utilizan el criterio de ganancia, pérdida y de eficiencia, como si todo funcionara como una empresa. Cuando esto ocurre, empieza a crujir la sustentabilidad del modelo social y del Estado como promotor de políticas de igualdad. Hemos experimentado un enorme retroceso en estas pocas semanas de gobierno de Macri. Ellos ven lo macro a futuro, cuando lo macro y el futuro dependen de un modelo social sustentable”.

 

En Mendoza, la educación como ensayo

 

El gobernador Cornejo quiere hacer de la negociación con el Sute, un globo de ensayo. En algún momento Cornejo hasta sugirió que el 29 de febrero las clases podían empezar sin tener la paritaria cerrada.

 

La primera oferta del gobierno a los maestros será del 21% ,que será rechazada sin muchas vueltas. Luego vendrá una del 25, que tampoco será aceptada, teniendo en cuenta que la inflación proyectada ronda entre el 40 y el 45%.

 

Con esos dos rechazos, el Gobierno provincial ofrecerá un extraño arreglo, posiblemente surgido de las cabezas del titular de la DGE, Jaime Correas, y del ministro de Economía, Martín Kerchner. Van a ofrecer el mismo 25%, pero le ofrecerán un 10% más a los docentes que estén frente al aula.

 

Allí el Gobierno espera que el plenario del Sute se quiebre y sean más los votos de los maestros y profesores que quieran volver a estar frente de la clase y conseguir así un aumento superior.

 

Pero con esto el Gobierno busca también un segundo objetivo: que de esta manera muchos suplentes se queden sin trabajo. El Sute no tiene números exactos, pero se estima que hay 10.000 suplentes en la provincia y muchos de ellos, por no decir la mayoría, podrían quedar en la calle de la noche a la mañana.

 

Y los primeros que caerán son los que están con licencia por enfermedad. El Gobierno, como ha hecho hasta ahora, no analizará caso por caso como falsamente viene diciendo. Despedirá y luego, ante los reclamos individuales, analizará. Así está haciendo en Casinos y también en Salud.

 

La realidad es esta. A los tibios se los comerá la hiena, por carroñera.  

 

Enrique Pfaab