Y, ¿para qué vino Obama?


Bailó tango, comió cordero al horno, se sacó el anillo, abrazó a la mujer de Mauricio, se paseó en la bestia, blindó Buenos Aires, su mujer le contó a Juliana como es el trabajo esclavo como si le hiciera falta, sus hijas gastaron un dineral y así fue la visita de Barak Husein Obama por la Argentina.



¿Fue así la visita del primer presidente afroamericano de los EE.UU por el país?

 

 En 2005 la cumbre del Mar del Plata comenzó a cerrarse con la idea de los T.L.C. en el Cono Sur. Las asimetrías comerciales que  EE.UU. quería imponer a los países más poderosos de la región, produjo que los mosqueteros del Sur se pusieran de acuerdo en absoluta minoría nominal para poner llave a la puerta del libre comercio en la región. Parece que paso mucho tiempo desde entonces y la ofensiva del país del norte, que nunca se detuvo, tiene hoy una nueva y enorme posibilidad abierta en dos flancos.

 

La primera táctica se podría decir que es modificar la correlación de fuerza hacia adentro del Mercosur por vía democrática, desgastando el poder popular en Venezuela, cada día más flanqueado por errores propios y ajenos; y con el triunfo de la oposición en Brasil financiada desde el exterior lograr legitimidad democrática desgatando la popularidad de Dilma y Lula, de este modo no quedaría oposición seria adentro del Mercosur a la firma del T.P.P.

 

El otro lógico camino será utilizar a la Argentina como ariete liberal, las declaraciones de la canciller Malcorras van en este sentido, hay que flexibilizar el Mercosur.

 

En un mundo multipolar en ciernes, hoy EE.UU. tiene su estrategia mundial definida en dos acuerdos comerciales: la TTIP una especie de OTAN financiera y el TTP con América Latina y Asia Pacífico, con el claro objetivo de cerrar los pasos a China, segunda economía mundial, a la Rusia Nuclear de Putin y Lavrov y la cada vez más poderosa India para terminar con la idea de los BRICS en el eje Sur Sur.

 

Fadí Manzur