Fabricante de peronistas


Sos lo que sos. Siempre fuiste lo mismo. Pero tenés la virtud de superarte todos los días. Siempre me sorprendes.


La verdad, me sorprendés todos los días. A veces más, a veces menos, pero siempre me sorprendés.

 

Un día con despidos, otro con la entrega de la riqueza del país a los buitres, o con la quita de retenciones para beneficio de unos pocos, o con el tarifazo,… siempre con algo.

 

La verdad, es que jamás pensé que harías otra cosa. Algunos dicen que mentiste en campaña. Quizás sea así. La verdad es que, si lo hiciste, yo jamás te creí por lo que no me siento engañado. Siempre fuiste eso, un verdadero…, como decirlo, … un gerente de poderosos que ejecuta los deseos de sus patrones en contra de todo el resto.

 

Algunos dicen que sos un piola bárbaro, que vos y el sector minúsculo para el que laburás, tiene un plan perfectamente estudiado desde siempre. Que no hay escapatoria. Que apenas cabe amucharse y resistir, hasta que llegue el momento de volver a pelear en las urnas. Está bien, quizás así sea.

 

Vos y los tuyos quieren hacer desaparecer al peronismo. Te jode. Les jode. Saben que es el único y verdadero escollo que tienen. Lo único que los puede incomodar, entorpecer y hasta obligarlos a replegarse en algún momento.

 

Yo se que, más allá de tu desprecio y el de los tuyos, lo que sentís es miedo. Y tenés miedo porque no lográs entender por qué carajo un peronista no se rinde, por más que maten, que torturen, que nos caguen de hambre…

 

No lográs entenderlo, ni vos ni los tuyos. Y eso los desconcierta y los asusta.

 

Pero lo absurdo, lo verdaderamente incomprensible, es que vos y los tuyos son una fábrica de peronistas. Vos mismo generás más peronismo, más fuerte, más firme, más formado, más confiado en sus ideas.

 

Yo sé que no entendés y, por eso, te voy a dar un par de ejemplos de cómo te las arreglas para fabricar peronistas.

 

Un día te despertarte y decidiste que Conectar Igualdad no iba más. Yo sé que fue parte del plan, pero te lo explico simple, para que entiendas.

 

Dejaste millones de adolescentes sin computadoras y te creíste re piola, argumentando que el achique es lo único que va a salvar al país. Pero no te apiolaste que, con esa acción, fabricaste nuevos peronistas. Peronistas pibes, que hoy solo saben que se quedaron sin la compu, pero que mañana recordarán que la única vez que la tuvieron fue durante un gobierno peronista.

 

Ahora, con esa misma línea y pensando que los que te votaron van a seguir respaldándote incondicionalmente, se te dio por cerrar el parque temático de Zamba, en Tecnópolis.

 

Para colmo, no lo hiciste con disimulo. Lo hiciste para que se viera, como una especie de escarmiento.

 

Ahí están las fotos de los personajes de Paka Paka, destrozados.

 

Pero, la verdad, sos tan gil que no te diste cuenta que fabricaste más peronistas. Que vos solo extendiste la vida del Justicialismo otros 50 años. Que los pibitos que hoy vieron eso, serán peronistas por siempre. Porque el peronismo no es razón. Es otra cosa que vos no vas a entender jamás.

 

¿Sabés que hice hace un rato? Cuando vi la foto de los muñecos destrozados, agarré y llamé a mi hija de 8 años y le hice mirar la pantalla de la computadora. “¡¿Qué pasó, papá!?”, me dijo angustiada. Le expliqué. Ella me dijo: “¿Puedo decir una mala palabra?”. Le dije que si. “¡Qué hijo de puta!”, me dijo. Yo le di la razón. Pero, pensé también que vos sos otra cosa. Ser hijo de puta no es tu principal característica. Vos sos un pelotudo. Doce años de políticas sociales jamás lograron tanto. Jamás se logró tanto en un solo acto.

 

Vos sos el mejor fabricante de peronistas. 

 

Enrique Pfaab